viernes, 29 de julio de 2011

ENTREVISTA A RIVERO TARAVILLO EN DIARIO YA

lunes, 25 de julio de 2011

ENTREVISTA A JOSÉ MANUEL CANSINO EN ABC

Reproducimos la entrevista realizada al profesor Cansino en diario ABC, sobre su nuevo libro "La Economía Fingida"

Sevilla / José Manuel Cansino, economista y profesor de la hispalense

«España tiene la mayor tasa de economía sumergida, con Italia y Grecia»
Félix J. Machuca (ABC)

Con un lenguaje claro, directo y comprensible para el más lego, ha dado forma a un libro que titula «La Economía Fingida» (editorial Paréntesis), un intento logrado de explicarnos la economía actual.


—¿Por qué repunta en estos meses el empleo en Andalucía y en Sevilla se sigue destruyendo?

—Primero porque los extranjeros que entran por el aeropuerto de Málaga no encuentran playas en Sevilla y segundo porque no pocas multinacionales con delegaciones en Sevilla, están replegándose a una única oficina en Madrid o Barcelona.

—Pero hay quien mantiene que esos datos no son reales…

—Junto con la italiana y la griega, son las que mayor tasa de economía sumergida tienen. Hasta un por 23,3 ciento. Casi uno de cada cuatro euros que se producen es «tax free».

—¿El caso de Contsa tiene similitudes en el extranjero o es un fenómeno típicamente sevillano?

—No sé si se refiere al timo piramidal. Si es así, el premio parece que se lo ha llevado Bernard Madoff. Y la cosa no llega a más porque mucho del dinero que buscaba estas rentabilidades tenía menos papeles que un conejo de monte. No sé si me explico.

—¿Cómo crearía empleo en Andalucía?

—A lo mejor hay que preguntarse ¿dónde debe buscar trabajo un desempleado andaluz? Encontrar empleo pasa por moverse. Pero ya puestos, comencemos por modificar el IVA haciendo que se pague por facturas cobradas y no por emitidas. Luego usemos los créditos ICO para que las administraciones salden sus deudas con las empresas a las que deben dinero; luego apostemos por la inversión agrícola. Con una demanda creciente de los países emergentes y la presión de los biocarburantes, la agricultura tiene posibilidades y, además, puede emplear a mano de obra que antes trabajaba en la construcción. Sigamos por la obra civil; tenemos buenos ingenieros que ganan proyectos gigantescos en Panamá, Reino Unido, etc Pero hay que coger la maleta. Hoy la élite de la albañilería está levantando rascacielos en los Emiratos Árabes.

—¿Cree en los programas de formación para los desempleados o se declara ateo al respecto?

—La evidencia empírica arroja resultados muy discretos sobre la empleabilidad y los salarios de quienes siguen cursos para desempleados. En cambio ha sido terreno abonado para el abuso y el mangazo. Al Tribunal de Cuentas me remito. Sin formación de calidad no puede haber empleos de calidad.

—Una buena fórmula durante estos años para encontrar trabajo ha sido la de ser hermano, primo o amigo de un alto cargo. ¿Se puede entender esa tendencia como economía solidaria?

—Las relaciones personales siguen siendo el principal método para encontrar empleo en España.

—¿Lehman Brother, la burbuja inmobiliaria y vivir por encima de las posibilidades reales forman parte de un mundo que se creyó rico?

—Obscenamente rico.

—¿Ha existido el milagro español o fue todo una farsa?

—Hasta un 10 por ciento del crecimiento del último decenio lo fue por el boom inmobiliario.

—Pero las colas en los comedores de Cáritas son ya tan numerosas como las del paro…

—Y menos mal que aún supervive la red familiar pese a los intentos legales de triturarla.

—Pero la política no hace nada o no sabe qué hacer. Para pagar lo que debemos se carga contra las clases medias pero no contra los gastos enloquecidos de un Estado con diecisiete administraciones y sus respectivas diputaciones…

—Porque en España falta conciencia de contribuyente. Como dijo esa eminencia; «el dinero público no es de nadie» y venga a meter la mano en el bolsillo del contribuyente.

—¿Hay razón para atacar a los bancos, para pedirles consideración con las hipotecas de los que se quedaron parados?

—Sin la connivencia del sector financiero la burbuja hubiera sido imposible, así que si aplicamos «el que contamina paga» para quien emite CO2 pues también para quien vende activos tóxicos.

—¿Se cree el giro a indignado que ha dado Rubalcaba?

—Rubalcaba es un claro exponente de un sistema cupulocrático.


Un placer


Escucharle es abrir una puerta a la realidad. Leerle abrir otra al conocimiento. Es de Paradas y enseña economía en la Universidad sevillana. Ha publicado una gran cantidad de artículos y este libro, «La Economía Fingida», sale de la reflexión que hace sobre la crisis económica más fuerte vivida por el mundo en ochenta años. ¿La sobreviviremos? ¿Es acaso el final de un modo de vida? Cansino da en esta entrevista unas breves pinceladas sobre cómo guarecernos del huracán y apunta sin remilgos hacia la escasa conciencia política de un sistema como el español superdependiente de lobbys políticos. Creo, y es una opinión personal, que lo único que le entretiene más que su profesión es el llamador de la Virgen de los Dolores…

viernes, 22 de julio de 2011

Don Adolfo, el libertino de Jacinto Miquelarena


 Reproducimos, acontinuación un interesante artículo sobre Jacinto Miquelarena aparecido en Diario Ya
¡Qué país Miquelarena!                                

Don Adolfo, el libertino de Jacinto Miquelarena


  Diario Ya
Javier Paredes
Si sólo comento muy pocas novelas, es porque la mayoría de las que se publican no me llaman la atención. Con todo lo que hay que hacer, me parece una pérdida de tiempo leer las ocurrencias de buena parte de los novelistas, que además de escribir regular, tienen poco contendido de fondo. Y habiendo libros de historia, la realidad siempre me interesó más que la ficción. Por todo ello son pocas las novelas que empiezo y muchas menos las que acabo, porque es raro que suela pasar de la página veinte. Por eso se quedaron muy sorprendidos en mi familia, cuando hace unos días les dije que no estaba para nadie hasta que acabase la novela de Jacinto Miquelarena, titulada Don Adolfo el libertino. La he leído con mucho gusto y con mucha risa. No recuerdo haberme divertido tanto leyendo un libro como con este de Jacinto Miquelerana, una pluma para mi desconocida y de la que me he convertido en un entusiasta partidario.
Don Adolfo el libertino es una historia llena de humor y ternura –a veces entre carcajada y carcajada, se le pone a uno un nudo en la garganta- situado en la España de principios del siglo XX, la España de la Belle Época y de los contrastes entre las casas de los nobles y las modestas pensiones como la de doña Penélope de la calle de Caballero de Gracia, donde vive como puede para sacar adelante a sus cuatro hijos, desde que su marido –apodado don Ulises- marchó a América y la dejó con un niño, al que ella añadió desde su ausencia otros tres embarazos transatlánticos.
Don Adolfo es hijo de un duque al que Miquelarena en esta novele le concede el título de marqués de Solocoeche. Don Adolfo es un joven frívolo y divertido que comparte protagonismo con su fiel criado Carpóforo. El joven noble es un don Juan novecentista, al que le salva una vez más el amor, porque como manifiesta Jacinto Miquelarena en la introducción de su novela “el diablo no me ayudado lo bastante. El diablo ha perdido una excelente ocasión para hacer publicidad del infierno”.
El libro tiene una buena introducción de la estudiosa y nieta del autor, Leticia Zaldívar, en la que se cuentan los principales rasgos de este gran escritor, olvidado injustamente, a pesar de ser una de las plumas más brillantes de la literatura y muy particularmente del periodismo deportivo. Pero el autor fue falangista, amigo de José Antonio y uno de los integrantes de la tertulia de La Ballena Alegre y en consecuencia… marginación y silencio ¡Qué país Miquelarena!

Ediciones Nueva República reedita El Fascismo de Benito Mussolini




«El Fascismo»


Benito Mussolini
[Prólogo de José Antonio Primo de Rivera]
[Epílogo de Julio Ruiz de Alda]

● 1ª edición, Barcelona, 2011
● 13×20 cms., 108 págs.
● Cubierta a todo color, con solapas y plastificada brillo

● PVP: 12 euros

Orientaciones
En 1934 se editaba en España el libro de Benito Mussolini “El Fascismo”, publicado en Italia en 1932. Esta primera edición aparecía con un prólogo de José Antonio Primo de Rivera y contaba con un epílogo de Julio Ruiz de Alda, siendo ambos, como es conocido, dirigentes de Falange Española.
En su edición española, autorizada por Mussolini, el libro se dividía en dos partes claramente diferenciadas.
Una primera, que constaba de una “Introducción a la Doctrina del Fascismo”, seguida del escrito de Mussolini; y una segunda, donde se reproducían distintas normas legislativas del Estado fascista.
En 1935 la editorial italiana “Vallecchi” editaba nuevamente en español el texto de Mussolini, pero sin la introducción, ni las normas legislativas, ni el prólogo y epílogo de los líderes falangistas. Una segunda edición vería la luz en 1937. También en 1944 se editaba un folleto titulado “Qué cosa es el fascismo”, en el cual se reproducía parte del libro de Mussolini, en concreto el capítulo “Las Ideas Fundamentales”.
Habría que esperar a 1975 para que la editorial argentina “Milicia” publicara el texto de Mussolini, aunque sin la introducción publicada para la edición española en 1934, e incorporando, eso sí, algunos textos del fascismo fundacional.




Esta misma edición sería editada un año más tarde en España por la editorial barcelonesa “Bausp”.
Ediciones Nueva Republica se complace en reeditar la primera edición en español de “El Fascismo”, incluyendo la introducción que para esta edición se hizo, y publicando, por su interés, el prólogo de José Antonio Primo de Rivera y el epílogo de Julio Ruiz de Alda. Hemos decidido, eso sí, obviar las normas legislativas contenidas en la primera edición, con el fin de hacer más fácil la lectura y más comprensible el contenido.


Pedidos:
Tlf:

617 21 31 49

jueves, 21 de julio de 2011

Tesis doctoral sobre el periodista navarro Ángel María Pascual


- Mariángeles Artázcoz, nueva doctora por la Universidad de Navarra, ha investigado la trayectoria del cofundador del diario 'Arriba España

Mariángeles Artázcoz sostiene que Pascual tuvo una "acusada personalidad política".
El periodista navarro Ángel María Pascual (1911-1947) fue un hombre comprometido en la mejora de la sociedad en la que le tocó vivir. Es una de las conclusiones de la profesora de la Universidad de Navarra Mariángeles Artázcoz, quien ha obtenido el grado de doctora con sobresaliente cum laude por una tesis sobre este periodista, del que el pasado 1 de mayo se cumplieron 54 años de su muerte.

Pascual trabajó en Diario de Navarra y cofundó el periódico Arriba España en 1936. Además, fue teniente de alcalde del Ayuntamiento de Pamplona durante la posguerra y delegado en Navarra del Ministerio de Educación y Ciencia.

Mariángeles Artázcoz sostiene que este periodista tuvo una "acusada personalidad política. Podría decirse que en los últimos años de su vida, su fidelidad a la ideología por la que había luchado le llevó a mantener una postura políticamente incorrecta. A lo largo de su trayectoria periodística denunció incansablemente a los comodones, a los que no querían comprometerse, a los que criticaban, pero no arrimaban el hombro para mejorar las cosas, a los estraperlistas que medraron a base de estafar a los conciudadanos en los años de carencias".

Luchador por la justicia para todos
Según la profesora Artázcoz, el catolicismo fue clave en la vida y el trabajo de Ángel María Pascual. "Su coherencia personal le llevó a luchar por una justicia que alcanzara a todos los estratos sociales, pero dirigida especialmente hacia los que tenían menos; se esforzó por implantar un orden nuevo, aunque alejado de los totalitarismos imperantes en aquel momento en Europa".
En esa línea de coherencia con sus principios -comenta-, consideró que "su esfuerzo por mejorar las cosas debía ir dirigido, en primer lugar, hacia sus conciudadanos, lo que le llevó a un apegamiento a su tierra, que le impidió irse cuando pudo hacerlo". Pero conviene observar este apegamiento en el sentido positivo que tuvo para el periodista navarro. En su opinión, la mejora de la sociedad debía empezar por el círculo más cercano a uno mismo: la familia y la ciudad.
   
     Por último, la profesora Artázcoz defiende que Ángel María Pascual "fue un intelectual y no sólo por la amplitud de conocimientos que alcanzó, sino por esa inquietud espiritual que le llevó a adquirir diversos saberes. A todo ello hay que añadir su sentido de responsabilidad que le empujó a comprometerse públicamente, a través de los medios de comunicación, y políticamente, con objeto de orientar doctrinal y moralmente".