domingo, 10 de julio de 2011

Dicotomía que nos mata

Enrique de Aguinaga.

Dos veces, por lo menos, estuvo presente Ortega en el pleno de constitución del Ayuntamiento (día 11). Ortega es José Ortega y Gasset (1883-1955), filósofo y Medalla de Oro de Madrid (1936)

La primera, en el discurso del portavoz de Unión, Progreso y Democracia, David Ortega, que tuvo una firmeza y una prudencia. La firmeza: proponer la resonante superación de la dicotomía izquierda-derecha. La prudencia: apoyar la propuesta en la aminoración de una cita de Ortega y Gasset: entender la política española como una dicotomía de izquierdas y derechas supone una forma de hemiplejia moral (prólogo de La rebelión de las masas, 1930)

El texto de Ortega y Gasset dice más: Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas formas que el hombre puede elegir para ser un imbécil; ambas, en efecto, son formas de hemiplejia moral. Además la persistencia de esos calificativos contribuye no poco a falsificar más aun la realidad del presente… ya que hoy las derechas prometen revoluciones y las izquierdas proponen tiranías.

Tengo anotados otros rechazos de la dicotomía: Miguel de Unamuno, Salvador de Madariaga, Julián Marías, José Antonio Primo de Rivera, Vicente Enrique y Tarancón, Francisco Ayala o Felipe González, para quien la dicotomía es una estúpida clasificación digna de los fundamentalismos ideológicos que han destruido este siglo (El País, 1999).
Francisco Umbral, colaborador de ABC (1993) dejó escrito que derecha/izquierda están condenadas a matarse o a entenderse. Crece ahora una demanda de tal entendimiento, que los alemanes llaman Grosse Koalition y que debería cerrar el guerracivilismo exterminador, surgido con el siglo XIX (trágala) y encumbrado en el siglo XX por el presidente del Partido Socialista Obrero Español, Francisco Largo Caballero, según demuestra Pío Moa, origen de la guerra civil por antonomasia (Ediciones Encuentro, Madrid, 1999) y, por ende, de la democracia totalitaria, según definición reciente de Aquilino Duque.

Para mas detalles, véase Par delà droite et gauche, de Arnaud Imatz (Godefroy de Bouillon, Paris, 1996)



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