lunes, 20 de mayo de 2013

Aquilino Duque, el disidente

CULTURA | Homenaje al escritor en su 80 cumpleaños
El escritor Aquilino Duque, fotografiado en su domicilio en Sevilla. | Esther LobatoEl escritor Aquilino Duque, fotografiado en su domicilio en Sevilla. | Esther Lobato
  • Discípulos de Duque ensalzan los valores de su obra y su coherencia vital
  • 'Por ir casi siempre a la contra, renunció al papel central que merece'
  • 'Con su oído privilegiado, puede acercarse a cualquiera de las bellas artes'
El poeta, ensayista, narrador y traductor Aquilino Duque ha recibido un homenaje, al cumplir su 80 cumpleaños, con el que poetas y escritores que se reconocen discípulos suyos intentan acercarlo al público, del que tal vez le haya alejado su fama de disidente con el sistema político ahora predominante.
Traductor de Camoens y Mandelstam, amigo de Rafael Alberti, a quien siempre ha considerado un prodigio poético y del que nunca se dejó separar por posicionamientos políticos diametralmente opuestos, Duque ha contado para este homenaje con el respaldo de la Casa de los Poetas y de la Real Academia de Buenas Letras de Sevilla, y de la editorial Pre-Textos.
Además de con un simposio sobre su obra poética, narrativa y ensayística, el homenaje ha consistido en paseos por la ciudad de Sevilla siguiendo algunos de sus poemas, y en la colocación de un azulejo con versos suyos en los Jardines del Valle.

'Casi siempre a la contra'

El poeta Juan Lamillar ha dicho del autor que "por el meritorio empeño de defender unas ideas, casi siempre a la contra, ha tenido que renunciar al papel central que por su obra literaria le corresponde en el panorama español y a todo lo que ese papel conlleva: premios institucionales, estudios sobre su obra, páginas en los manuales...".
Según Lamillar, "disidente de las diversas disidencias oficiales, aparece como un solitario, un escritor marginal" aunque lo es "culto, políglota, cosmopolita" y posee "claridad de ideas y calidad de página, con rigor en los datos y amenidad en las anécdotas".
"La característica que cruza toda su obra es la poesía, y todo poeta verdadero, por más que se le agrupe en generaciones o camarillas, sigue siendo un solitario", ha concluido Lamillar.

'Un poeta que no pertenece a su generación

Luis Alberto de Cuenca, que ha analizado la poesía de Duque, ha dicho que se trata de un poeta "que no pertenece a su generación" por ser "una poesía libre, desvinculada, postmodernista, y marcada por la nostalgia, el cultivo elegíaco de la infancia y el cosmopolitismo, con una evidente confluencia con Foxá".
"Con su oído privilegiado, Aquilino Duque puede acercarse a cualquiera de las bellas artes, maneja las estrofas clásicas y populares, maneja la rima sin retórica, con la naturalidad que le es propia, y siendo un poeta andaluz por los cuatro costados convierte ese apego al terruño en un lenguaje universal", según De Cuenca.
"Su poesía es contenida, no torrencial, porque su concepto poético es de obligatoriedad, de necesidad, no de escribir por escribir; y es un mérito que toda su obra poética esté en un volumen que no supera las quinientas páginas", ha agregado de Cuenca.

Polipolemista

El poeta Enrique García-Máiquez, que ha analizado la ensayística del homenajeado, lo ha calificado de "ensayista de raza" y de "polipolemista" por "la diversidad de sus intereses y de objetos de estudio; todo nace de un mismo venero, su poesía, lo queda claro en el primer párrafo que escribe".
García-Maíquez ha dicho que "resulta muy fácil, en toda su ensayística, encontrar el nexo con ese conservacionismo conservador que le caracteriza; el suyo es un pensamiento coherente y sistemático, aunque aparezca tan variado y multitemático".
También en declaraciones a Efe, José Julio Cabanillas, que ha intervenido en la mesa que ha abordado la novelística de Aquilino Duque, ha asegurado que es de esa estirpe de narradores que "tienen la capacidad de nombrar el mundo, como hizo Adán en el Edén".
La obra narrativa de Duque se caracteriza, según Cabanillas, "por el afán de contar; ha construido una enorme comedia humana con cientos de personajes, muchos de los cuales quedan como gentes de paso en meandros argumentales; y también por el afán de conseguir un lugar que una la hermosura, la belleza y la verdad de las cosas antes de que se hayan roto".


Artículo publicado en la edición de Andalucía de El Mundo.

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